viernes, 30 de mayo de 2008

Star fucks (the) coffee

F(...) me tiró dos buenas ayer: 1- Ojo con las aposiciones, se te pueden descontrolar. 2- Tu blog está muy oscuro. 1 es irremediable. 2... Star fucks (the) coffee. Así le llamaba ella. Hoy abrió Starbucks en el Alto Palermo y ahora los eventos sociales los organizan las multinacionales. Yo me levanté pensando que iba a desayunar ahí, quería un chai tea latte, perdón, un té chai con leche. Cuando ella me llevó por primera vez a la estrella que se coge al café, me pidió uno de esos sin que yo pudiera elegir. Me dijo "probalo, si adivinás qué tiene de especial, te lo regalo". Ese día tuve que pagar mi té y también el de ella. Hoy fui porque quería chai pero también porque me encontraba con V, mi primer beso (con lengua), ahí mismo. Bajé a la calle. Celular, mi música, disco, highway 61, It takes a lot to laugh, it takes a train to cry. Ni bien el big Bob viajaba en el tren del correo, me golpeó la obviedad: Starbucks iba a ser un caos. Seguí caminando pensando lo que piensa un sujeto que estudió lo que estudié yo y que, además, está dormido. No me voy a cagar el desayuno con gente dando vueltas alrededor por un caprichito pelotudo, si está lleno, me voy al bar esquinoso que es tranquilo. SB estaba peor que eso, había una multitud de caceroleros essen en la puerta comentando cuánto amaban NY y que mal estaba el país, infradotados con delantales verdes dando palmas y, sobre todo, la puerta bloqueada. Ese fue mi primer intento de huída y el más fuerte. Dí la vuelta y me senté en el bar de la esquina, afuera, avisé al mozo que no tenía efectivo pero que tenía una tarjetota con derecho a él. Nada, nada; no anda el postnet. Volví a Starbucks. Me acerqué a un delantal con carne, ¿aceptan tarjetas de débito? SONRISA sí señor, aceptam... NEXT NEXT NEXT NEXT NEXT NEXT. Desolation row. Yo ya había aceptado que la situación me daba vergüenza, hacer la cola con gente de ahí, tan expuesto a empleados trasnacionales, a cacerolas essen. Segundo intento de huída. Bajé las escaleritas dándome vuelta, y entonces, la veo. Con torpeza motora, me doy vuelta de nuevo. Era un grupo de tres y las tres sonreían. Ella era la más alta y la más blanca. Tenía la sonrisa que más mostraba, el pelo más oscuro. Me saqué los auriculares y, bajito, escucho under the boardwalk, de los drifters y los enanitos verdes, en ese orden. A ver, a veeer. Cuatro negros bien plantados, uno claramente más joven, cantando a capella y con palmas. El próximo es Hit the road Jack. Si empiezan a cantar gospel no me voy más. Dicho y hecho. Ameeen. Para eso, ya tenía más estudiada a la princesa pálida. Y resultó que no era una princesa. Como no paraba de sonreír, me di cuenta de sus colmillos, que eran inusitadamente grandes. Ustedes saben lo que era. A plena luz del sol. Generación 14 o más. Tengo una imposibilidad para encarar. Tengo una imposibilidad para encarar a gente que no conozco. Tengo una imposibilidad para encarar a gente que no conozco en situaciones ridículas ¿Con qué se entra? ¿comentario soez? no. ¿comentario agrio acerca de lo ridículo de la situación? No está mal. Quizá 30% a favor. Cifra respetable para alguien seguro de sí mismo.Yo necesito un 80% o más. Basta, no voy a hacer nada. Además, estoy en ayunas. Me toca entrar al sucucho y dejar de hacer la cola a la intemperie. Si entro me pierdo la música, los negros. Dudo. Me pregunta ¿Vas a entrar? Mi sonrisa incómoda. Su sonrisa felina. Sus colmillos. Sí, ¿te gustan el gospel y las situaciones ridículas? Sonrisa comprensiva y silencio. Esta chica me excede, estoy fuera de liga. Me habla de nuevo ¿Qué vas a tomar? Chai con leche... es indio. Listo, tomamos eso. A favor: Las criaturas de la noche a las que se le permite el día. El chai con leche. Los negros (foto). En contra: No poder manejar situaciones ridículas. El precio. V que no apareció (no la busqué justamente porque me daba vergüenza). Desafío: Aquel que pueda decirme, en secreto, qué tiene el chai de especial, le regalo uno. Grande.

1 comentario:

  1. Tengo dos recuerdos de Starbucks. Uno es bueno y el otro es malo. El bueno: su participación como marca en la película I am Sam. Quizás es solo porque me gusta la película. El malo: cuando fui a Estados Unidos tome ese cafe y me hacía mal a la panza.

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