jueves, 29 de mayo de 2008

Quedarse en Bagdad

Estuve escribiendo algo de Jean Ray pero hubo problemas. No quiero decir cuáles. En estos días vendrá eso que escribo, por ahora dejo algo que, por una razón que tampoco develo, relaciono con el escritor maldito. Una cita en Samarra Un mercader de Bagdad envió a su sirviente al mercado. El sirviente volvió tembloroso y asustado. Le dijo al mercader "Me empujaron por detrás, ahí en el mercado. Cuando me di vuelta, vi a la muerte. La muerte hizo un gesto amenazador, y yo huí aterrorizado" "Por favor, ¿podría prestarme su caballo? Puedo abandonar Bagdad y viajar a Samarra, donde la Muerte no podrá encontrarme" El amo prestó su caballo al siervo, quien partió de Bagdad a Samarra. Luego el mercader fue al mercado y vio a la Muerte en la multitud. "¿Por qué amenazaste a mi sirviente?" Le preguntó. La muerte replicó "Yo no amenacé a tu sirviente. Sucedió, simplemente, que me sorprendí de verlo aquí en Bagdad, puesto que esta noche tenía una cita con él pero en Samarra..." El texto es Appointment in Samarra de W. Somerset Maugham. No la conozco en castellano, así que la traducción, un cachito libre, es mía.

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